A través de las distintas ACCIÓNES LITÚRGICAS, contemplamos y celebramos distintos aspectos de Cristo Muerto y Resucitado durante todo el año litúrgico. Convocamos a los creyentes a la participación plena, consciente y festiva de la alabanza a nuestro Dios, como cumbre de la fe bautismal y fuente del testimonio en el mundo.
Fomentamos la escucha de la Palabra, la reflexión personal y comunitaria, espacios de oración y comunicación de la fe.
Cultivamos de manera especial los tiempos fuertes del año litúrgico; la Celebración de los Sacramentos y la oración comunitaria.