1.- Realidad de la que partimos:
- La calidad de las celebraciones de la fe a través del año litúrgico no son plenamente satisfactorias, carecen de hondura y participación que las haga más vivas.
- Escaso cultivo de ámbitos de oración e interiorización.
- El equipo de liturgia prepara con dedicación y esmero las distintas celebraciones del año litúrgico.
2.- Objetivo:
Convocar y cultivar la participación plena, consciente y festiva de la asamblea en la alabanza a nuestro Dios, como cumbre de la fe bautismal y fuente del testimonio en el mundo.
Fomentar la escucha de la Palabra, la reflexión personal y comunitaria, espacios de oración y comunicación de la fe.
Objetivos específicos:
- Mejorar con creatividad la calidad de las celebraciones de la fe como expresión de la experiencia de vida cristiana y fomentar espacios de oración, escucha de la Palabra, reflexión y comunicación personal que ayuden a crecer en la fe.
- Favorecer la acogida fraterna y la conciencia comunitaria de todos los participantes en las asambleas litúrgicas, sobre todo de los débiles en la fe y los alejados en la vida de la Parroquia.
- Actualizar en las celebraciones y homilías las formas de comunicación y el lenguaje atendiendo a las diversas situaciones de fe de los destinatarios del anuncio del Evangelio incorporando un uso adecuado de los medios de comunicación social.
3.- Organismos de animación:
- El Equipo de liturgia.
- Ministros de la Eucaristía.
- Coros, equipo de decoración, grupos de limpieza del templo…
4.- Acciones más significativas:
- Celebraciones dominicales y diarias de la eucaristía.
- Preparación y celebración comunitaria de la Pascua de Resurrección, Navidad, Vigilia de Pentecostés…
- Celebraciones comunitarias de la penitencia.
- Oración semanal.
- Limpieza y decoración del templo.